Las trampas de la fe y los ángeles de cacería.
Algo sobre el libro más reciente de Miguel Ángel Chávez Díaz de León.
leido el 29 julio en la presentacion del libro
"Cuando se quiebra el cielo / por las caricias del rayo y del relámpago / sucede que se abre una puerta..." comienza Miguel Ángel, y en ese mismo instante el telón sube y el libro se transforma en un escenario. La poesía, señores, así es, vuelve al norte y es contenido en 4 actos, y lo que el norte nos devuelve viene envuelto en comidas y alcoholes y un amor tan grande que lo terrible y justo brotan como si nacieran de una caja de Pandora. Entonces sabemos que Vhala fue robada y los ángeles la buscan, entonces la poesía es con nosotros y nosotros somos testigos del nacimiento del mundo como lo conocemos.
La contraportada nos dice que el "yo poético" denuncia tal persecución; los ángeles buscan a Vhala, pero sabemos que ese yo poético tiene nombre, y desde la dedicatoria es claro que Miguel Ángel es el único que pudiera atreverse a tal desliz. Pero también por ese robo el mundo es lo que es, los ángeles construyeron el norte, le dieron el sabor al pecado y, ¿qué pecado no ha nacido por amor? El amor nos da todo, lo bueno y malo, hasta poesía.
"Culpable soy y presa perseguida / por tener el don de verlo todo" como una obra de aventuras Miguel Ángel recorre el mundo y las épocas se confunden porque usualmente la poesía es el pretexto para nombrarlo todo y en este caso el amor es una bandada de 7 pájaros capitales. En el acto del sexo, en la orgía y los vinos el poeta se esconde mientras es perseguido.
Miguel Ángel tiene el poder del norte, ¿cómo expresar sus acciones sino con las comidas sencillas pero llenas de un sabor que el hambre no puede combatir? "Mi paladar y apetito / dieron cuenta de todo [...] el taco, la arrachera, / las tortillas echadas al comal" porque solo en esta poesía el desierto se llena de recetas, porque sólo aquí el paladar nos dice que bajo este sol nos quedan los sencillos privilegios del tacto y el gusto.
Más que irreverencia, el humor elegante nos habla de lecturas que ya todos conocemos, Bukowski se ha sentado a la derecha de Miguel Ángel "sorber los líquidos bienaventurados / que corren lentamente de su zona equilátera / es una soberana patada / en la honra de todos los Mecías." Humor y soberbia, poemas alzados.
A Miguel Ángel lo conocí hace más de 15 años, crecí con su poesía y le robe dos o tres lecturas, tengo amigas que se aprendieron de memoria poemas como aquel que empieza "Clítoris, Oh clítoris", ahora me pregunto que poemas se recitarán de este nuevo libro. Vivió junto conmigo la juventud de aquel grupo de amigos que se hicieron llamar "Los Monjes Morados" y un poema largo escribió a la memoria de aquel nombre inventado por Edgar Rincón Luna. En aquel tiempo daba clases en la desaparecida escuela de Agricultura Hermanos Escobar: Una de tantas historias sobrevive. Cuentan que Miguel Ángel llegó al salón de clases y les comentó a sus alumnos "Un día estando en China como las 5 de la mañana una vibración acompañada de un ligero zumbido me levantó, en ese momento pensé que era el principio de un terremoto, porque en mi vida había sentido algo igual, un poco asustado me asome por la ventana y lo que percibí fue increíble: cientos de bicicletas cruzaban frente a mí, la calle estaba llena de ellas, era un mar de hombres sobre ruedas que se perdía lejos". Todos se quedaron impresionados con la historia, más tarde los alumnos se enteraron que esa historia era mentira. La poesía de Miguel Ángel es un mar de posibilidades. La realidad, la otra, la que importa, nos la ofrece el poeta y entonces todo lo demás sobra.
"Los ángeles también van de cacería" es un libro de inicios, nos habla del primer fuego, menciona al hombre que vio nacer la agricultura, al hombre que atravezó el Paso del norte, nos habla de los primeros olores como el del Rio Bravo y lo más importante: los pecados capitales. Este libro avanza rápido y nunca se cae, nunca es sencillo y sus páginas florecen mientras la presa, el poeta, huye y entre más huye más cosas buenas le pasan, como los excesos y a diferencia del canon, en este libro todo exceso es bueno. En este libro se festeja la vida y la aventura que pudiera ser lo mismo. El pecado es lo que mueve al mundo "orgulloso de su belleza, / soy mas dios / que los dioses / que ahora / me persiguen. Un libro que va tomando agudeza conforme avanza, un libro que tiene algo que contar (porque no nada más se trata de nombrar al mundo), una poesía de sabores que manan y terminan con el gran pretexto de los ángeles en cacería porque "decir: / te quiero [...] / te extraño [...] es injuriar a la casta divina / y descubrir las trampas de la fe".
cesar silva marquez
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