El origen

Cuando me di cuenta que podía volar pensé que era X man, la neta me dio miedo la primera vez porque hasta vomité. Después anduve buscando a los tipos estos de las X’s y pos la verdad no los encontré, fue cuando me di cuenta que eran puro cuento (o puro cómic) como ustedes prefieran. Salvo al mundo dos veces al día y mi nombre de superhéroe no lo inventé yo, lo inventó el Edgar. Edgar, si fuera superhéroe sería de los malos, él sí es como la pitonisa, no sabes si es compa y de cuál lado; a veces le hecha a los malos que son sus amigos; total que el día que supe que volaba traía entre pecho y espalda un par de whisky’s, total que pensé que andaba muy borracho porque me decían mis compas, bájate de la mesa, bájate del poste bájate del edificio ese de tres pisos, bájate de ese otro edificio de 8 pisos y la verdad no me bajaba, entonces me di cuenta que era el bato volador, de hecho ese iba a ser mi nombre el bato volador, pero el Edgar me dijo “no mames, se va a confundir con la canción del gato voladoooor” y el me dijo “por el poder que tengo te nombraré silvaman” y desde entonces defiendo al mundo. Tambien desde entonces aparezco en las películas locales-culturales.